Danisa Peric, diseñadora y actual directora del FabLab U. de Chile
- ¿De qué se trata tu proyecto y en qué le aporta la Fabricación Digital?
"Como línea de innovación propia del FabLab, estamos desarrollando tecnologías de Bio Fabricación Digital de Código Abierto. Son máquinas híbridas, capaces de procesar residuos orgánicos para producir productos biodegradables, enmarcados dentro de una economía circular. Tenemos dos lineas de desarrollo de productos. La primera son objetos que al desecharse nutren la tierra reintegrándose al ecosistema. La segunda linea son objetos con ciclos de uso corto que luego de utilizarse se ingieren, aportando nutrientes al cuerpo humano. Hemos trabajado con toda clase de residuos como hojas de choclo, aserrín, borra de café, algas, conchas de mariscos, etc."
- ¿Qué proyecto realizado en el FabLab U. de Chile se destaca para tí y por qué?
"En este momento estoy fascinada con toda la experimentación y desarrollo de productos que han surgido en el FabLab en el ámbito de la biofabricación. Actualmente en los programas de Residencias y Emprendimientos se están abordando ambos tipos de fabricación de biomateriales: los CIY (Cook It yourself o Hazlo Tú Mismo) y los GIY (Grow It Yourself o Crécelo Tú Mismo). En el primer grupo tenemos emprendimientos como Smart Bricks, quienes desarrollaron un aglomerante a base de biopolímeros que combinado con fibras vegetales produce una masilla moldeable que endurece en la forma de madera auto-adhesiva. Y residencias, como Regenerative Design (http://www.fablab.uchile.cl/proyectos/emprendimientos/433/residencia-regenerative-design/) que degrada residuos, como colillas de cigarro, a travez de micoremediación con raíz de hongo (micelio); o palEATos (http://www.fablab.uchile.cl/proyectos/448/paleatos/), quienes desarrollan palitos de sushi comestibles con sabores japoneses. "
- ¿Cómo proyectas el futuro de la Fabricación Digital en Chile y su vínculo con el desarrollo socio económico?
"Iniciativas como www.fab.city proponen cambiar el paradigma industrial, desde un modelo lineal de importación de productos y generación de residuos, a un ecosistema de innovación donde se produce con materiales e infraestructura local y la información sobre cómo hacer las cosas circula globalmente. “Los bits viajan alrededor del mundo y los átomos se mantienen localmente”. De esta manera, se podría transitar desde un modelo centralizado a uno distribuido, en donde los locales solo producen lo que necesitan, con justeza en el consumo de materiales y en el uso de energía. Un modelo de producción sin excedentes. Creo que innovar en el ámbito productivo en Chile podría impulsarnos a pasar de un modelo de crecimiento a uno de desarrollo sostenible y más centrado en las personas."